(Píldoras Literarias) "En el Reino Oscuro" de Lem Ryan

 Hola a todos una vez más.

Hoy quiero compartir con vosotros mis impresiones sobre el bolsilibro de espada y brujería "En el Reino Oscuro"

Alguno puede que no llegase a conocer los libritos que se vendían en los estancos. Ediciones económicas con historias de géneros populares; vaqueros, romance, bélicos, ciencia ficción… Pues para mi sorpresa y deleite he descubierto que una serie de autores nacionales resisten heroicos ante el invasor digital. Sirva esta entrada como mi reconocimiento a la labor de todos ellos. De quienes admito sin rubor que tengo mucho que aprender.


En esta primera adquisición me he decantado por una historia de espada y brujería de corte clásico.

Nuestro bárbaro protagonista encabeza un ejército mercenario al que le han encomendado la espinosa tarea de someter por asedio una ciudadela considerada inexpugnable y llena de tesoros.

De ahí en adelante nos encontraremos con los consabidos cortesanos vanos y corruptos, la misteriosa mujer fatal, y los antagonistas investidos con el poder de seres provenientes del inicio de los tiempos.

Es decir, es una obra honesta, sólida y que no pretende, ni revolucionar el género, ni engañar al lector. Si disfrutaste con las aventuras de "La Espada Salvaje de Conan", adelante, pasa y ponte cómodo. Vas a sentirte como en casa.


En mi cabeza es así como se veía la aventura 


Ahora bien. Yo tengo un problema con las historias en las que el bárbaro maduro encabeza ejércitos. 

Mientras vive aventuras entre corsarios negros, zuagires, kozakis… no deja de ser un salvaje entre iguales. Sigue siendo libre e indómito. Incluso al frente de los irregulares aquilonios en la frontera picta, sigue transmitiendo esa emoción.

Luego, como en "El Coloso Negro" o en "La Hora del Dragón", las cadenas de la civilización empiezan a pesar y ese horizonte de libertad se angosta.

También soy consciente de que he empezado la historia de este aesir por la mitad y las aventuras de sus primeros años han pasado a mí lista de deseos.

Luego, el tono de la historia está más alejado del tono vitalista de R. E. Howard de lo que a mí me gusta. La confrontación entre la honestidad del bárbaro y la doblez del civilización, heredada de Tácito y abrazada por la escuela historicista decimonónica, tan querida por los autores de espada y brujería, aquí pasa a un segundo plano.

A mi parecer, en cambio, el estilo casa perfectamente con los decadentes y morbosos escritos de Clark Asthon Smith o las encarnaciones más crepusculares del campeón eterno de M. Moorcock, tales como Ulric.

¡Ojo! No es que me disguste. Es sólo que mi estado de ánimo me pedía algo un poco más revigorizante o luminoso.

De todas maneras, tanto si eres un aficionado confeso de este tipo de historias, como si nunca has apostado por este tipo de publicaciones menos difundidas y sientes curiosidad, te la puedo recomendar.


Y para despedirme os dejo con Medina Azahara y su "Necesito Respirar":


Gracias por estar ahí.

Nos leemos.



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