(Píldoras Literarias) La Era de la Locura II y III de Joe Abercrombie.
Hola a todos, sigo comentando lecturas pasadas. Esta vez le toca a Orso, Savine, Leo, Rikke y compañía.
Al igual que con la entrada de los "Bloodsworn" empiezo con las sensaciones que me han dejado cada uno de los libros para después compartir con vosotros una opinión global de la serie.
Pedazo de enganchada que he tenido con este libro.
Sin poder parar de leer. Mantiene el estilo del anterior y sube el listón.
La manera en que plasma el efecto desorientador de las visiones de Rikke me ha parecido magistral.
La desgarradora crudeza de los combates es marca de la casa, pero con la irrupción de la artillería y el pesimismo de Trébol sube a niveles de Sven Hassel.
No me queda más remedio que contradecir a Orso. La suerte de rebelión jacobita que se monta Abercrombie no tiene desperdicio. Una narración cruda y despiadada que no oculta las consecuencias de la guerra. Cómo decía una amigo mío en sus partidas de rol: "Aquí no hay pegamento".
Ahora sí.
Terminada la tercera entrega de la trilogía "La Era de la Locura" de Joe Abercrombrie.
Fabulosa conclusión, tanto para la trilogía en sí, como para los libros independientes anteriores.
El desarrollo de los personajes protagonistas me ha parecido magistral. Es impresionante lo que llegan a cambiar sin dejar de ser ellos mismos. La manera en que les lleva al límite una y otra vez hasta que los quiebra, o salen más fuertes, me ha parecido soberbia.
Todo el tejemaneje del Tejedor lo hila de maravilla. Muy al estilo de "salvar a la humanidad sacrificando a millones de humanos". Frio cálculo político bastante aterrador.
Además, Abercrombrie aprovecha para sembrar las semillas de una posible continuación de sus historias. No me atrevo a imaginar el modelo histórico que inspirará sus próximas novelas. ¿Una primera guerra mundial?.
Sin lugar a dudas, una lectura que no deja indiferente.
Valoración global de la serie:
Vale, lo admito, cuando leí “La Primera Ley” me pareció una gamberrada. Un estilo al “Injustice” de DC en el que Saruman se la jugaba a todo quisqui. Tal como escribí aquí.
Después, leí los libros independientes sin prestar mucha atención. Los consideré una manera de atar cabos sueltos. De hecho, en “Tierras Rojas” me decepcionó que no profundizase más sobre Kanedias. Y cuando empecé “La Era de la Locura”, no pensé que iba a beber tanto de ellos, pero me equivoqué.
Además, Abercrombie ha llevado su mundo por derroteros poco frecuentes. Mantengo la afirmación sobre la inspiración en la obra de Sir Terry Pratchett que hice aquí. Vuelve a notarse que ha leído las novelas de Bernard Cornwell sobre Uhtred. Pero el enfoque que le da al conjunto es muy personal y el resultado que ha conseguido es muy bueno. Definitivamente le ha quedado un mundo propio muy bien construido.
Por si fuera poco, los recursos narrativos que despliega son geniales. La manera en que hila escenas saltando de un personaje a otro igual que las cuentas de un collar es súper visual y dinámico. La descripción del horror de verse encajonado en una formación de alabarderos, ver como la punta de un arma enemiga se acerca inexorable y no puedes hacer nada, absolutamente nada, para escapar a la muerte está muy conseguida. Lo mismo que la aterradora irrupción de las baterías de artillería en los campos de batalla.
Mención especial merece el tratamiento de los personajes femeninos de esta trilogía (y ya de paso en “La Mejor Venganza”), quiénes, con todos sus corsés, maquillajes y pelucas, no son menos independientes, peligrosas y despiadadas que sus contrapartidas del Vigrid de míster Gwynne. A estas no hay regla dolorosa, ni noche sin dormir a causa de bebés llorones que las desvíe de sus objetivos.
Aquí hay algo menos de acción directa y muchas más maniobras ocultas que en los Bloodsworn. Hay más páginas dedicadas a la psicología de los personajes. Muchas más lealtades encontradas y apegos enfrentados a las necesidades mundanas. Muchas malas decisiones entre las que los personajes se ven obligados a elegir.
Es el estilo de Mediamano elevado a la enésima potencia. Aquí muchos que merecían vivir, mueren. Y al contrario, unos cuantos que merecen morir salen adelante. No esperéis finales amables de este hombre. No es su propósito. “He is Abercrombie after all”.
Para los cazadores de erratas, recuerdo que en el segundo libro encontré una y en el tercero dos. Como lectores, eso de empezar a ver borroso, o dormirnos con el libro en la mano y querer seguir leyendo, nos es familiar. Ahora imaginaros no llegar a los plazos de entrega y forzar la máquina. Lógico que estén a eso del cuarto final de los libros.
Por otra parte, gran trabajo del traductor Manu Viciano. Me alegro que le hayan encargado ya traducir el siguiente libro de Abercrombie. A veces no somos conscientes de su importancia. Pasa un poco como con los actores de doblaje, que hasta que no le cambian la voz a un actor/personaje, no nos damos cuenta de lo mucho que les debemos.
Os dejo con Van Canto y su “Last night of the kings”:
“Cerca de los reyes, cerca al cadalso”
Proverbio escandinavo
Nos leemos.
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