(Spoiler Alert) "Un poco de odio" de Joe Abercombrie.


    Hola a todos.

    Sigo de bajón pero al menos he logrado retomar la lectura. Hoy os traigo otra entrada dedicada a la obra de Joe Abercombrie. En esta ocasión se trata de "Un poco de odio" primer libro de "La era de la locura". Os adelanto que ya estoy con el segundo.

    Vamos a ponernos en situación: Han pasado treinta años desde el triunfo de Bayaz. Los protagonistas vienen a ser: la hija de Ardee y Glokta (Savine); el hijo de Jezal y Terez (Orso); la hija del Sabueso (Rikke); el hijo de Finree (Leo). También tienen su protagonismo otros viejos conocidos como Calder el Negro (con su hijo Stour Ocaso), Escalofríos, Jonás Escarpado y otros.

    La novela cuenta con dos tramas principales. 

  1. Los escoceses vuelven a atacar al Reino Unido.
  2. Los estragos causados por una Revolución Industrial salvaje llevan a los obreros a la desesperación y el levantamiento armado.

    Eso es. En tres décadas escasas hemos pasado de la baja edad media al siglo XIX. Pero sigue sin haber armas de fuego. Seguro que el dueño del banco les denegó el crédito a sus inventores o les robó la patente. O ambas cosas. En fin si la guerra es la política por otros medios, la economía son los otros medios de la guerra…

   Todo el planteamiento es muy británico. El imperio del profeta de la primera trilogía se ha venido abajo y sus habitantes emigran en busca de mejor suerte a la Unión. Unión que ha perdido tres guerras contra la Estiria unificada por Murcatto, la Serpiente de Talins de “La Mejor Venganza”. Lo que provocó un incremento de los impuestos y un recorte en los privilegios de los nobles, quienes se adueñaron de las tierras comunales ahogando a los pequeños campesinos, que con la mecanización de las labores del campo ni de jornaleros tenían trabajo…

    Incluso cita a Sir Terry Pratchett: “El progreso consiste en que todo vaya a peor mucho más deprisa”.

    Pues ahí está una de las claves de este libro. Si “La Primera Ley” era la Tierra Media despojada de su moralidad, ahora Abercrombie hace lo propio con Mundodisco. Partiendo de ahí es fácil ver en Glokta a Vetinari, en Orso a Zanahoria y a Isern como Yaya Ceravieja. Luego están personajes como Trébol con su manera de cuestionar lo que le rodea (dobles pensamientos que diría Sir Pratchett) y el tono cínico, sarcástico y descarnado general con que afronta el autor su relato. Ahora bien, no esperéis la humanidad y el consuelo que nos ofrece Mundodisco. A fin de cuentas, aquí no hubo saneamiento de la Comarca y el mago blanco tiene mente de metal.

    La otra idea en torno a la que gira la novela es eso de que se aprende más de las derrotas, que de las victorias. Ya estoy con el segundo libro “El Problema de la Paz” y desarrolla las consecuencias que derrota y victoria tienen para Leo (que no aprende nada) y Ocaso (que aprende demasiado).

    En cuanto a cómo está escrito. Tres cosas me llamaron la atención.

  1. Al inicio empieza un media res, con los personajes en pleno lío y sin explicación o descripción del entorno. Vamos que pensé que estaba leyendo otra vez el primer libro de Malaz. Y no hace treinta años que leí los anteriores, pero habría agradecido un dramatis personae al principio del libro y no al final…
  2. Luego, durante la jornada revolucionaria hay un capítulo en que va saltando del punto de vista de víctima a verdugo y vuelta a empezar en un vertiginoso carrusel de adrenalina, miedo, violencia, dolor y deseo de sobrevivir a la pesadilla desatada. Me parece una pasada como está escrito. Fabulosa la manera en que va cociendo la desgracia y describe como toda buena intención se va por el retrete abajo. 
  3. La tercera fue esta concatenación de adverbios acabados en mente: 

“...por muy horriblemente aunque justificadamente vanidoso que fuese, por muy magníficamente masculino que fuese, por muy absolutamente superficial que fuese el muy hijo de puta…”

    Es de esas cosas que me dejan con las ganas de saber cómo estaba escrito en la versión original. Lo mismo que el “bla, bla, bla y puto bla”.

    Resumiendo, Joe sigue a lo suyo, dando su propia turbia e inmoral versión de historias que nos suenan de una manera u otra. Se suma así a obras del tipo “Plebs”, “The Boys”, el motorista fantasma cósmico, “Injustice” o el Batman que ríe y su multiverso oscuro. El signo de los tiempos supongo.

    En lo que a este servidor de ustedes respecta, mis partes favoritas son las de Rikke, Trébol y Broad. Es innegable que Abercombrie sabe muy bien contar historias. 

    Sí no la habéis leído, me atrevo a recomendaros “Q”. Es una novela firmada por Luther Blissett. Está ambientada en el siglo XVI en Europa central, y afronta acontecimientos relacionados con los movimientos sociales radicales durante la Reforma Protestante. Lo de Valbeck comparte cierto enfoque con ella.

    Y esto es todo por hoy. Os dejo con el Reno Renardo y su “Camino Moría”

    Nothing is sacred anymore.

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