(Píldoras Literarias) Cuentos Argáricos de Juan Antonio Caro Cals.

        Hola a todos de nuevo.

       Hoy comparto con vosotros una de las lecturas pendientes de estos meses de atrás. Sorry, pero, tras muchos años de funcionar en multitarea, el procesador central se me quemó y perdí gran parte de la capacidad que se me reconocía. Se acabó hacer particiones y malabarismos mentales como en "El Nombre del Viento". En fin, no os mareo. Vamos a lo nuestro.


        Sinopsis:

"SUDESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. HACE 4.000 AÑOS.
►Una aventura épica de espada y brujería en la antigua Cultura de El Argar◄

Armados con bronce y unidos por el dios Durgugui, los Altos Señores gobiernan las Nueve Ciudades de Greda. Una gran codicia los posee; a menudo, pugnan por extender el dominio del dios arrebatando su territorio a las tribus vecinas.
Y las tribus se defienden. Antes, las ayudaba Tarban, el Brazo que no Sangra, el Protegido de Urtama, pero hace años que el héroe envejeció y se retiró a su santuario.

Hasta que una niña con graves pesares y poca suerte en la vida lo reclama de nuevo. Tarban, por supuesto, siempre ayuda al que lo necesita. Así que es hora de retomar sus armas de palo y piedra y sus mañas de lucha Lakún, el ancestral arte de pelea del maestro Enteco. Sí, es hora de que Tarban regrese al mundo y luche de nuevo... ¡Aunque ahora tenga cien años de edad!

Hace cuarenta siglos surgió una sólida cultura urbana en el sudeste de la Península Ibérica: El Argar. Esta es la historia del héroe que brilló en su seno. Aviva el fuego y toma asiento para oír su leyenda."

        Vaya por delante que me he divertido mucho leyendo esta primera entrega de las aventuras de este Cohen el Bárbaro ibérico. Ya sabéis, zagales, que hay que tener cuidado con los que tienen profesiones peligrosas y consiguen llegar a viejos.

Pescado en la red. Desconozco al autor. Sorry.

        De primeras os puede chocar que el autor se decante por escribir en tiempo presente. Eso se debe a su afán por darle a la narración el toque propio de la tradición oral, propia de los cuentacuentos, aedas, escaldos... que se propone imitar.

        Aquí y ahora admito que he tenido que tirar de diccionario mientras leía. Algo que hacía muchísimo que no me ocurría. Eso se ha debido al detalle con que están descritos aspectos de la vida cotidiana que se me escapaban. Hay mucho de lo que hoy llamaríamos cultura pastoril en esta novela. Así, los símiles empleados son los que esperarías oír en boca de gente con un modo de vida ligado a la tierra.

        Además, a lo largo de la novela integra elementos propios de las sociedades de la Edad del Bronce de forma orgánica, sin caer en el acartonado academicismo: su relación con la naturaleza, sus ritos funerarios, sus enseres, su arquitectura...

        Gracias al nivel de detalle puesto en las fórmulas empleadas al hablar los personajes y en las descripciones que nos brinda el autor he tenido momentos en los que sentía que me envolvía la atmósfera de las escenas. Olores, sabores, sonidos, texturas están presentes con sumo acierto.

    Después esta la manera en que se nos pone al día con las historias que intercambian los personajes entre sí. Como van entrecruzando los diferentes puntos de vista que preparan el desenlace de la historia. Todo ello sin desmerecer el ritmo de la acción.

        ¡Y qué acción! Se tiran muros, se rompen huesos y ruedan cabezas por doquier. La vida vale un ardite. La palabra dada es una falsa moneda. A la mínima caen andanadas de hostias. Si no eres manada date por jodido. Serás tratado como comida o como amenaza. A la oveja que pace sola mal porvenir la espera... salvo que sepa pelear como un Lakún.

        Mientras lo leía (y me maravillaba por como describía el autor las más que posibles costumbres del Argar). Me vino a la mente el Cu Chulainn descrito por Lady Gregory. En ocasiones comparado con Hulk, o Turin Turambar. Personajes los tres a los que la roja ira alimenta su fuerza, al tiempo que les nubla el juicio y les lleva a cometer actos de los que después se arrepienten.

        En resumen, me ha parecido un vistazo lleno de colorido y sensaciones a lo que bien pudo ser la Edad del Bronce ibérica. Una más que plausible recreación de las tradiciones orales de las gentes que nos precedieron y su manera de vivir. Una manera muy entretenida, a la par que inteligente, de narrar una historia llena de acción.

        Eso sí, no leáis la sinopsis del segundo libro antes de leer el primero u os corro a zurriagazos.

        Os dejo con los suizos de Eluveitie y su "Lvgvs", que se queda corto, pero suena bien:

        Nos leemos.


Comentarios

Entradas populares