(Píldoras Literarias) "Los Sapiens se van a casa" de Roger Calabuig Hernández

Hola a todos.

Hoy os traigo una entrada que tenía pendiente hace mucho. Se trata de mis impresiones sobre “Los Sapiens se van a casa” obra de mi paisano y compañero de instituto Roger Calabuig. Cuya lectura, y varias cosas más que viví este año en mi entorno inmediato, me afectaron más de lo que esperaba. Por eso me he demorado tanto en dar forma a estas ideas. Han sido varios los bocetos descartados pues hablaba en ellos más de mí que de la obra. 2024 fue un año bisiesto y siniestro.



Empiezo con una sinopsis tomada de Goodreads:


Esta obra es una original propuesta narrativa en el ámbito de la ficción histórica que profundiza en las claves de la expansión del Homo sapiens. Contiene una colección de seis relatos, cada uno de ellos ambientado en un momento determinante para nuestra especie tales como la salida de África, la conquista de Europa, la entrada en el continente americano, el surgimiento de la agricultura y el arte rupestre. 

Para ello, el autor combina contextos históricos, hallazgos arqueológicos y teorías antropológicas, con una ficción ágil que engancha al lector y lo hace empatizar desde las primeras líneas.

En “Los sapiens se van a casa” conocerás a Az, una joven madre que para salvar a su bebé remontará el Nilo, convirtiéndose en la primera sapiens que salió de África; a Ío, un mestizo de sapiens y neandertal que conquistará Europa; a Inu, Van, Nui, Laz y sus amigos cánidos, que emprenderán un viaje épico por la costa del continente americano; a Adún y su familia, quienes, para encontrar el Sol, dieron un salto gigantesco para la humanidad; a la intrépida Lu, una mujer leona que con su amor y creatividad pintó algunas de las representaciones más bellas y enigmáticas de la historia; y a Abu, un niño autista cuya capacidad de observación llevó al descubrimiento que cambió para siempre el destino de los seres humanos. 

“Los sapiens se van a casa” es una combinación de imaginación y conocimiento cuyo equilibrio saciará la curiosidad del lector.


Hasta aquí, más o menos, es lo que podéis leer en Goodreads. Ahora va mi apreciación personal:

Me he sentido gratamente sorprendido por los temas, los momentos y el enfoque elegidos para narrarlos. Es más, he visto reflejado en ellos a mí yo de hace años. Hasta el punto de recordar que este libro es exactamente a lo que yo me quería dedicar cuando estaba en la facultad.

Pero me desvío otra vez del objeto de esta entrada. Así que os hablaré del enfoque y el tono adoptado por Roger al escribir sobre nuestros antepasados comunes. Al contrario de lo que podemos encontramos a veces en la abundante literatura antropológica sobre los llamados “pueblos primitivos”, no encontraréis en este libro esa condescendencia etnocéntrica propia de urbanitas pertenecientes a “sociedades desarrolladas”. Aquí enlaza con una de mis ideas: toda forma de vida puede adoptar dos estrategias de supervivencia, o bien adaptarse al medio, o bien transformar el medio que lo rodea. Cada una tiene sus ventajas y desventajas. Así, Roger hace hincapié en las habilidades desarrolladas por nuestros antepasados para adaptarse y sobrevivir a un entorno en el cual la densidad de población humana era escasa y la naturaleza tenía las de ganar frente a los casi aislados grupos humanos.

Eso me lleva a otra de las cuestiones que he encontrado plasmadas con sus palabras: la alteridad. La interpretación de la manera en que los diferentes tipos de homínidos interactúan entre ellos en este libro no es para nada bucólica. Ya en el primer relato nos encontramos con:

Lo que podríamos resumir en: manada, comida o amenaza. Después llegarán las construcciones ideológicas y sus desarrollos legales: ciudadanos romanos con plenos derechos, ciudadanos latinos con menos derechos y bárbaros e indígenas sin derechos; por poner un ejemplo. Pero esa es la base. Somos una especie gregaria, para lo bueno y para lo malo. 

A este respecto, Roger pone el foco en la capacidad para organizarnos en grupo como clave de nuestro éxito como especie. Rasgo espoleado por la necesidad de ayuda mutua frente al desafío común de la supervivencia. Este es otro tema que me es querido: el deber de la hospitalidad. Tropo recurrente en el acerbo épico griego, escandinavo, árabe e hindú por igual. Recuerdo fosilizado de un tiempo en que éramos conscientes de que la vía del individualismo conllevaba más riesgos que ventajas en un mundo todavía no antropizado.

Siguiendo esta tradición, los personajes cuyas peripecias nos narra Roger encuentran la clave del éxito en la colaboración y el intercambio de conocimientos allá a donde van. Práctica universal que nos ha permitido llegar a donde estamos hoy y que cuando la abandonamos, pienso yo, la cosa se complica de mala manera.

Desde aquí confieso que me ha maravillado la manera en que Roger dota los registros arqueológicos no sólo de carne, sino también de alma. Es fácil empatizar con las dificultades y privaciones de Az y familia. O dejarse llevar por la recreación de los relatos orales y la visión animista del mundo de Lu. Mención especial para la minuciosidad con que registra la geografía del viaje de Inu y compañía, que no tiene nada que envidiar a la de los libros de viajes de Julio Verne.

Es más, considero que este es un libro perfectamente válido para ser adaptado en una serie de documentales que estaría encantado de ver. Enhorabuena Roger, buen trabajo.

Os dejo con Luca Turilli y su “The Miracle of Life”:

Nos leemos.

Comentarios

Entradas populares