(Charlas con los Lectores) Primer mes sin actividad en RRSS.


    Hola a todos. 

    Cuando escribo estas líneas pronto hará un mes que me aparté de las RRSS en general y del entorno Meta en concreto. En este tiempo he dormido mucho y bien. No recuerdo cuánto hacía que no dormía más de tres horas seguidas. Pero ya que veo que el blog sigue recibiendo visitas, por consideración hacia aquellos que recalan por aquí y me dedican parte de su valioso tiempo, voy a continuar añadiendo contenido. Eso sí, será sin la muleta de las aplicaciones de Meta. A ver qué pasa. Por otra parte, he vuelto a leer en español sin sentirme culpable por no estar escribiendo.



    Terminé la tetralogía de Corban (esa todavía en inglés) con un John Gwynne dándolo todo con su fantasía heroica. Un más que satisfactorio final para la tetralogía. Sacrificios y cumplidas venganzas una tras otra. He leído por ahí bastantes comentarios negativos sobre este enfoque idealista de la fantasía (y de otros medios también). Os voy a ser sincero, aquí entre nosotros. Mi opinión es que la suma de los fracasos individuales en emular el tipo de conductas de honestidad que otrora se nos ofrecían como modelos a seguir, tuvieron el éxito colectivo de hacer nuestro entorno cotidiano un lugar más amable. Dar la espalda aquellos modelos de conducta, e incluso hacer objeto de burla a quienes perseveran en ellos (tipo al paladín de la película de “Honor entre ladrones”), lo que ha conseguido es normalizar ciertas actitudes y costumbres que no quiero en mi día a día.


    Luego cambié de tercio leyendo varias novelas de ciencia ficción:


    "Viaje sin retorno" de Frank J. Cavill: me recordó a “Una ciudad flotante” de Julio Verne. Unas dos terceras partes del libro consisten en la presentación del mundo, su tecnología y los personajes, salpicados por tres secuencias de acción. En un futuro cercano, parte de la humanidad se ve obligada a abandonar la vieja Tierra y buscar un nuevo hogar. Al final ya toca lo que me gusta: exploración y aventura. No tardaré en continuar la serie.


    
    B. Bordoy Barceló (Bastián Baltasar...) "Una estrella en el horizonte" (Una pizca de Ícaro y un toque de Pigmalión) y "Un trabajo inesperado" (Contrabandistas dispuestos a redimirse y ajustar cuentas con el resto de la galaxia): dos novelas ambientadas en un mundo al estilo de Titán A.E. Los humanos perdieron su planeta y son unos parias dispersos por estaciones espaciales regidas por otras especies, las cuales, muy a menudo, les recuerdan lo poco que les gusta tenerlos allí. Echo en falta más formas de vida inteligente que se alejen del físico humanoide: dos brazos y dos piernas. En cine y televisión entiendo los costes y dificultades, pero en literatura deberíamos aprovechar más la libertad que nos da. Pese a ello hay una refrescante variedad de tipos biológicos y filosofías de vida.


    “La sombra del cisne sin alas” de Jan Marduk: Space opera juvenil. La dedicatoria inicial lo dice todo: Potter + Ender. Los beholders celadores de la academia me han parecido un guiño muy bueno. Este libro aúna las virtudes y defectos de la autoedición. Por un lado se siente el entusiasmo del autor por contar su historia, pero por otra parte habría ganado mucho con una edición profesional. Aún así he encontrado su lectura muy disfrutable. En especial los relatos cortos añadidos al final: conmovedores.

    "El escudo de Granada" de Mario Villén Lucena. Aquí volví a la novela histórica. Es el segundo libro que leo de este autor. El otro narra el asalto vikingo de Sevilla después de remontar el Guadalquivir. Por lo visto este fue su primer libro publicado: guiones cortos en los diálogos y tal. Se nota el cariño que le tiene a la cultura andalusí de la época, pero esta obra me ha parecido más didáctica que narrativa. Un cristiano que se pasa al bando musulmán le sirve al autor para describirnos la vida cotidiana en la frontera granadina poco antes de la conquista por los Reyes Católicos. No es “El Médico” de Noah Gordon. Lo más interesante llega una vez se revelan los motivos del protagonista para dejar atrás su vida anterior.


    "Hijas de Caín" por Iván Aibar. Un misterio histórico con tintes sobrenaturales al estilo de Dan Brown o Valerio Massimo Manfredi. Restos de gigantes en tierras bíblicas, tablillas cuneiformes y organizaciones secretas. La premisa me resultó atractiva. La ejecución no tanto. Hay conceptos detrás de la narrativa que no me convencen. Emplear nombres griegos milenios antes de Micenas tampoco ayuda. Enlazar tradiciones sumerias y bíblicas me parece correcto a consecuencia del cautiverio de la élite social y cultural hebrea en Babilonia. Entiendo que el autor quiso asociar su historia también a la Gigantomaquia y al conflicto Gaia/naturaleza versus Crono/civilización, pero en su lugar, por coherencia narrativa, yo habría recurrido a las tradiciones mesopotámicas del conflicto entre caos y orden (Tiamat, Apsu, Marduk…).
    Además, en medio se marca un flashback desde el siglo XXI a nuestro pasado remoto vía el recurso de “carta/diario/documentos/tablillas” y rompe totalmente el ritmo. Otras novelas lo intercalan (“La Plaga” de Ann Benson) o nos van dando pedacitos al inicio de los capítulos (Sanderson en “Nacidos en la bruma” o Fonda Lee en “Ciudad de jade”). Si fuera poca cosa (carta) igual no me habría desconectado tanto. Sin embargo, aquí me sentí como si hubiera dejado de leer una novela a medias para empezar otra diferente.
    Luego está la sopa de tomate y cebolla en Sumer o ver al rector de la universidad pendiente de la falta de avances en la tesis de un doctorando (el jefe de departamento o el decano de la facultad pues sí me encajaría más), que fijarme en esas cosas con anunnakis, nephilims y el Diluvio de por medio igual es tontería mía, pero tomate antes de Colón, pues mirad, me sobra un poco.
    Aún así tiene momentos muy logrados en los que le consigue dar la atmosfera perfecta a la historia. Explorar enfoques diferentes a los temas que me gustan siempre es un placer.



    Por otra parte, el viaje de Sebas sigue y sigue, habré sumado unas 8.000 palabras más. Lo que habrían sido otras tres entradas más. En esta parte vuelven a aparecer personajes de Pallanthia. Ya salió de Lardar, eso sí. A ver si lo termino para este año.

    Y ya me despido. Alguna cosa más os podría contar, pero lo dejo para el mes que viene. Ahora estoy leyendo “Amanecer Rojo” y siguientes en edición ómnibus digital de RBA y me temo que “ese cuenta como uno” para según qué aplicaciones. Eso sí, no llevo 200 páginas y ya me he encontrado erratas. A ver si la testosterona juvenil que rezuma me revitaliza un poco.

     En fin, el catre me llama, os dejo con los torrelaveguenses de Emboque y su "Vieja Tierra":


    Nos leemos.


Comentarios

Entradas populares