(Píldoras Literarias) "La Espada Rota" y "La Saga de Hrolf Kraki" de Poul Anderson

 Hola a todos.

Ha pasado un tiempecito desde la última vez. No hagáis mucho caso de mis RRSS. He estado peor de lo mío. Y obligarme a poner buena cara para no agobiar a familiares y amigos me agota. Pero dejemos ese tema a un lado.

El caso es que estoy leyendo “La Sombra de los Dioses”, del que ya os hablaré cuando lo acabe, voy despacito, y me he acordado de “La Espada Rota” y “La Saga de Hrolf Kraki” de Poul Anderson. Dos libros en los que las mitologías del norte de Europa están muy presentes.



En el primero tenemos una historia al estilo del Kullervo, del tipo de Turin Turambar y Elric de Melnibone, con su espada negra y su aciago destino. 

A lo largo de sus páginas, en su versión original escritas en prosa rimada para imitar los recursos nemotécnicos de bardos y trovadores, revisitaremos las leyendas irlandesas, con sus elfos y sus palacios bajo las colinas, los intercambios de bebés, y la colisión entre su magia y la del dios cristiano, su mentalidad y la nueva moral que ha echado raíces entre los humanos.

En su día, la amoralidad de su protagonista y de muchos de los personajes que aparecen en la novela me fascinó y horrorizó a partes iguales. Efecto que no me cabe dudad que el autor buscaba conseguir y que en mi caso logró con creces. Al leerla tened en cuenta que fue publicada por vez primera en 1954 y el Elric de M. Moorcock hace su aparición en 1961.


Esta imagen es del juego de mesa Mythic Battles: Ragnarock

En el segundo, el autor prosigue en su empeño de imitar modelos altomedievales. En esta ocasión juega a reescribir el corpus legendario danés. Aquel del que dicen que Shakespeare tomó prestado el germen de Macbeth y otros. 

Aquí el tono trágico sigue presente. Ante nosotros se desarrollará el ascenso y caída de un Camelot danés. Borges dejó dicho que todas las historias se han escrito ya. Así todo paraíso tiene su serpiente, su Egisto, su Loki, su Judas, su Mordred… ya me entendéis.

En este volumen el autor va cambiando de personajes y escenarios. Entiendo que le interesa más presentar una panorámica del imaginario completo y menos centrarse en una figura legendaria y desarrollarla. Al leerla me trajo recuerdos de "El Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda" en versión de Thomas Malory.


Como curiosidad, en este libro aparece también una leyenda de la que salen los ragnifer u hombres alce del juego de miniaturas llamado Frostgrave. La verdad es que yo la desconocía, y tras leerla pienso que guarda intrigantes similitudes con la leyenda del wendigo.




De manera que, si queréis saber más de las historias y autores que conectan a los libros actuales con las leyendas originales, aquí tenéis la obra de uno de los que el siglo pasado mantuvieron el fuego encendido para nosotros.

Os dejo con la Unión y su “Sildavia”:



            Pues al final, mi Camelot, mi Sildavia, son los libros.

Comentarios

Entradas populares