(Spoiler Alert) Apuntes sobre las influencias subyacentes en el multiverso de M. Moorcock.

 

Hay ocasiones en las que la cabeza se me llena de ideas hasta el punto de dolerme.

Cuando empecé el blog me propuse dotarlo de contenido propio, mejor o peor, pero mío. No quería poblarlo de memes o de artículos de opinión sobre obras ajenas. Y sin embargo aquí estoy, a punto de verter mis observaciones sobre uno de mis autores de cabecera. Pues cuanto más leo en la red, más me convenzo de que la originalidad no está en los autores, si no en los ojos de los lectores y una idea lleva a otra, y a otra y hay que liberar presión en la sesera.

Todo empezó con este comentario en Abretelibro sobre la sinopsis que escribí para "El Manto de la Noche". En serio que no era consciente del parecido, pero está claro que somos lo que leemos. Y M. Moorcock en algún momento leyó sobre "La Filosofía de la Historia" de Hegel. 

Veamos si os convenzo. En la obra de Hegel encontramos varios conceptos fundamentales en el multiverso poblado por Erlic, Corum y demás campeones eternos:

La lucha entre el eros, o impulso de la búsqueda de placer, y el thanatos, o impulso de la búsqueda de utilidad. Es decir, el pulso entre el Caos y la Ley, no confundir con la lucha entre el Bien y el Mal de otros universos literarios. Y la necesidad de un equilibrio entre ambos para que la historia avance.

La mecánica de tesis/antítesis/síntesis. O En el caso de Erlic, ahora sirvo al Caos, ahora sirvo a la Ley, ahora intento arreglar el estropicio que he causado...

La categoría del "héroe hegeliano" el elegido para aglutinar las energías de la historia, poner en marcha los acontecimientos que provoquen el cambio y ser luego eliminado: Alejandro, César y Napoleón son los ejemplos propuestos por Hegel. A Erekose, Elric y Corum ya sabemos lo que les depara el destino...

Aquí además, M. Moorcock dota de compañía a sus campeones y les rodea de arquetipos propios. Así tenemos al "compañero de héroes" como Jhary-a-Conel, el compañero de Corum que comparte maldición con Erekose y recuerda haber sido todos ellos… y a las "armas de los héroes", como olvidarlas, en especial a Stormbringer invocando a todas sus hermanas.

Vais viendo la estructura común. Pues hay quienes han seguido su estela:

Sephirot, con su blanca melena y su ropa negra en el Final Fantasy tiene muchísimo de Corum: raza anterior al hombre, defensores del equilibrio, viajeros entre dimensiones, humanos destrozándolo todo.

Geralt, el lobo blanco, su Jaskier, la magia como producto del Caos y originaria de los elfos y sus humanos invasores de un mundo que les es ajeno. Como los Mabden de Corum y Erekose.

Los Targaryen exiliados de su isla con sus dragones. Aunque del gran G. R. R. Martín y de lo mucho que bebe de otro autor (y no es Tolkien) ya escribiré otro día.

Incluso nos encontramos con los "Mortal Engines" en una de las dimensiones apocalípticas por las que tan frecuentemente viajan sus personajes.

Mi primer encuentro con el albino de la espada negra cuando tenía 12 añitos.

En cuanto a la magia de Erlic, cuánto me emocionaba con sus invocaciones. El verdadero nombre de los señores de cada especie, de cada poder elemental… Teurgia, la magia del mundo helenístico, derivada del neoplatonismo mágico del Mediterráneo oriental. Y lo bien que describe Moorcock esas escenas, los pelos de punta consigue ponerme.

Luego están las dos trilogías de Corum. Si la primera es vikingos/sajones arrasando a los sidhe de la bella Irlanda y a los britanoromanos, la segunda es: "El Libro de las Invasiones", los pobladores humanos de una Irlanda mítica, buscando ayuda bajo los túmulos de las colinas para repeler la invasión de los fomorianos.

Con esto no quiero desmerecer su obra. La releo de vez en cuando. Tantas ideas, tanta vitalidad en sus líneas: la nación gitana de "La Venganza de la Rosa" ¡Qué reflexión más descarnada sobre nuestra sociedad! No, con esto lo que quiero es animar a aquellos que quieran escribir, o lo tengan escrito ya, a que no se desanimen, que compartan o divulguen sus creaciones.

Vuestro punto de vista es vuestro, os merecéis la oportunidad de ser leídos. Por mucho tiempo he tenido aparcadas mis ideas y relatos, circunscritas a un reducido grupo de amigos... grave error. ¡Darles a los demás la oportunidad de disfrutar las vuestras!