(Spoiler Alert) "The Bone Ships" de R. J. Barker

Hola a todos hoy os voy a resumir la ambientación por la que navega la trilogía del “Tide Child”. No voy a profundizar en la trama, pero como la mitad del primer libro es básicamente worldbuilding he preferido incluir esta entrada entre las de “Spoiler Alert”. A vuestra discreción queda seguir leyendo o no.
Estas novelas nos presentan un mundo fantástico centrado en el mar. Sus leyendas cuentan que el antepasado de la humanidad Hassith el lancero derribó de los cielos al dios pájaro Skearith y este, con su último aliento, maldijo a toda la humanidad y a su descendencia.
Hoy los humanos de ese mundo viven en un mundo plagado de islas. Hay dos facciones: los de las Hundred Islands y los de las Gaunt Islands. Los separa la cordillera que llaman el espinazo de Skearith. Ambos grupos aglutinan gente de distintos colores de piel, pero mismo idioma y religión.
Todos adoran a la Doncella, la Madre y la Vieja. Una suerte de hilanderas o nornas. A la Doncella la consideran caprichosa y rige los vientos. La Madre parece ser la principal deidad, pero no es amorosa sino estricta. La Vieja rige el mar y el mundo de los muertos.
Debido a la maldición del dios pájaro muchos niños nacen con defectos congénitos. Estos niños forman la clase social de los “berncasts”. Si un niño nace sin tacha, su madre pasa a formar parte de la clase dirigente: las “berns”. Entre ellas hay niveles en función del número de niños perfectos traídos al mundo. Su líder actual es la “Thirteenbern”. Los varones nacidos sin defectos y sus progenitores pasan a engrosar los “kepts”: Los gallos de corral, todo músculos aceitados, torsos desnudos, pantalones ajustados y adornos con plumas multicolores. Cuando su virilidad se marchita no tienen un gran porvenir salvo que valgan para algo más: diplomáticos, espías, administradores…
La clase dirigente vive en la parte alta de los asentamientos. Entre ellos abundan las intrigas y pugnas por el poder y la influencia.
Como vía de promoción social a los berncasts sólo les queda enrolarse en la marina. Tal vez si se esfuerzan puedan llegar a conseguir un puesto de confianza a bordo de un buque de la armada: timonel, jefe artillero, marinero de primera, mayordomo del capitán…
En la sociedad de esta gente se aprecia la dinámica de “la cascada del desprecio”. Berns superiores desprecian a berns inferiores. Las Berns desprecian a kepts y a berncasts. Pero los berncast de la fleet/armada, a su vez desprecian a los berncasts atados a la roca, los stonebounds. Por debajo de todos ellos están los outcasts. Sí, se puede estar mucho peor que sin una pierna trabajando de zapatero (las bromas de la Doncella son crueles).
Además, las dos facciones de isleños están en guerra desde que tienen memoria. Hay razias costeras. Secuestran niños y mujeres. A los niños los sacrifican las sacerdotisas de la Vieja y atan sus almas como fuegos fatuos a los buques de guerra.
Buques de guerra construidos con hueso de dragones marinos. Su categoría viene definida por el número de costillas empleadas. Por ejemplo, el Tide Child es un cuatro costillas y sería algo así como un galeón. Luego los hay de dos costillas que serían tipo escoltas o fragatas. Ahora bien, ya no quedan dragones marinos con los que construir más barcos. Hace casi un siglo que no se ha visto ninguno.
Y toda la economía e industria de ambos isleños gira en torno al hueso de dragón. Así que los barcos se roban, se reciclan, los huesos se pasan de contrabando… No hay pólvora, apenas hay metal, las armas y herramientas favorecen también el uso de huesos y colmillos de la aterradora fauna marina: esas lampreas gigantes, tiburones prehistóricos y peces globo venenosos… lo que sí hay es una suerte de fuego griego “salivadelavieja” de efectos terroríficos.
El mundo en sí parece salido de un cuadro de Jhonn Blanche para el Warhammer Fantasy. Hasta la artillería de a bordo esta fabricada con huesos de dragón marino.
Por si fuera poco, los humanos comparten el mundo con una raza de hombres pájaro a los que tienen esclavizados. Algunos de ellos pueden manipular los vientos, lo que los convierte en un activo valioso. A esos los ciegan para mantenerlos bajo control. A los que no, los usan de carceleros de sus congéneres, cuál presos de confianza.
Definitivamente, es un mundo injusto y cruel el que se nos presenta desde el punto de vista de Joron Twiner, el hijo de un pescador. Joron fue condenado a servir en un barco penal, a cuya tripulación se une una nueva shipwife (es una sociedad matriarcal, aunque la Madre sólo conoce el deber, y los títulos son femeninos aunque sus funciones las ejerza un hombre), quien les marcará un nuevo curso con el objetivo final de cambiar el mundo.
Ahora estoy leyendo el tercer libro. Por el momento he contemplado pavorosas tormentas, feroces abordajes, asaltos costeros, tomas de fortalezas… y esto era lo más amable de la historia. Hay escenas que me hicieron recordar lo que los soldados aliados encontraron en Auschwitz. En estas páginas se dan cita lo mejor y lo peor de la humanidad. Muertes cruentas, personas tratadas como pedazos de carne, los que merecen vivir mueren y los que merecen morir viven, al tiempo que florecen la camaradería, el heroísmo, la entrega y la esperanza de redención.
Enrolarse a bordo del Tide Child ha sido todo un acierto. R. J. Barker ha comentado que escuchó mucho a Myrkur mientras escribía estos libros. Es buena opción, pero yo os dejo con Duncan Dhu y su "Entre Salitre y Sudor":
Que la Doncella no os la juegue y la Vieja no pose su mirada en vosotros, ¿ey?.
Nos leemos, ¿ey?.
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