(Ital el JDRHM) Criaturas y Leyendas 2: El Toro de la Mañana

      Me dicen por otros cauces que tengo el vicio de explayarme con el lado oscuro, que siempre los dejo vendidos, que pueblo el mundo de criaturas de pesadilla y luego pretendo que ellos lo arreglen todo… y yo les contesto que es verdad, que para eso son los protagonistas de la historia, y me río un poquito por dentro.


Toro de ladrillo. Puerta de Isthar de Babilonia.

     También me han preguntado por las tablas del semental blanco, y aunque no me gusta fomentar conductas negativas y no quiero cruzarme con grupos de PJs dispuestos a dañar a tan hermosa criatura, avatar de poderes luminosos, voy a recoger el guante.

     No olvidéis que el DJ no quiere matar a vuestros PJs, sólo quiere "casi matarlos" que dice Trece. De hecho, para mí, matarlos es un fracaso mayor que no plantearles un reto digno.

     

     "Preguntas, joven amo, por el origen del heroico semental que se sacrificó para contener los desmanes del toro de sombras. Pues bien, te contentaré.

     Eran los dancos una cultura de madera y barro, apegada a los ciclos de la naturaleza. Aún no habían cortado del todo los lazos que los unían con el resto de la creación. Su espiritualidad buscaba la comunión con la divinidad en bosques y riscos, en arroyos y rompientes. Allí donde tierra, agua y aire se entrecruzan. Dónde los contrarios se entrelazan. No en vano, eran sus motivos favoritos, estilizados símbolos, vegetales, animales y astrales, formando intrincados nudos y cenefas.

     Era su carácter indómito, intrépido, soñador y, para qué negarlo, tendente a la fabulación y, en ocasiones, a la vanidad. Por eso no ha de sorprendernos su vinculación con el panteón de la Balanza y los poderes menores que a su alrededor orbitan, como la Corte del Amanecer.

     Pues tal era el linaje del toro blanco. Vástago del ente onírico Enlitu, el toro de la mañana, encarnación del valor, de la victoria de las luces del alba sobre las tinieblas de la noche. De cuernos de oro y lomo de lapislázuli, adorado a un lado y a otro del Mar Interior por quienes persiguen un ideal de servicio y valor. Cuentan que favorece a aquellos que perseveran en la lucha, por más que su causa esté pérdida. Dicen que todavía se deja ver en esta era castigada nuestra, durante las primeras horas del día, galopando hacia poniente por las playas de Alrus e Itnor, persiguiendo al sol de su amada Loviathar.

    Allí donde su recuerdo está más presente, es en el reino de Radock, donde los celebtir superpusieron la impronta de Tormo a la suya. Tal es así, que donde los cauces de los ríos Nel y Ulit se unen, como resultado de los sedimentos arrastrados por ambos, una isla se alza, y sobre ella destaca una colina, que los días despejados, desde las montañas que rodean el reino se puede ver, y con ella, al petroglifo, blanco rutilante entre el verde prado, de un majestuoso toro con los cuernos alzados, clamando a los cielos.

     Pues, aunque son los celebtir una cultura de piedra, mármol y metal. Por más que su camino parece haberle dado la espalda a la tierra que les nutre y que adoren divinidades carentes de sentimiento, que moran en abstractos conceptos mentales y hermosos ídolos de inhumana perfección, la intrincada heráldica de sus casas nobles oculta a plena luz las raíces que los unen con los anteriores amos de esas tierras benditas y feraces.

     Eso es así, porque al contrario que en Arras, donde la conquista fue llevada a cabo espoleada por la ambición de hombres sin piedad, ansiosos por explotar las ricas canteras y minas de la región, para lo que esclavizaron a sus habitantes, en Radock fue la amenaza de un enemigo común, las tribus antropófagas guorzs de lo más recóndito de las montañas, lo que justificó la presencia militar de los adoradores del Libro. Y aunque primero los levantamientos armados fueron frecuentes, una vez que los paladines de Tormo impusieron su dominio desde sus monasterios fortificados de las montañas y obligaron a los señores de la guerra dancos a habitar en las llanuras, junto a los colonos llegados de Malvan, las sangres de ambas gentes se mezclaron mediante alianzas matrimoniales y todos prosperaron.

     Pero no olvidaron, ni mucho menos. Por eso, cuando veas a un caballero con su panoplia alzarse desafiante como un torreón frente a adversarios más numerosos, y en su escudo luzca la tau de Radock, pregúntate si en su corazón alberga lealtad a Tormo el Justiciero, o al Toro de la Mañana."


León de Rasaol, médico, viajero y tutor de príncipes


     Como veis éste es mucho más breve, no estaba previsto tampoco. Al igual que en “El Toro de Sombras”, mantengo el estilo imitando la narración oral, pero, mientras en el anteriormente citado adopté una temática de corte céltico/atlántica, en este otro añado influencias clásicas/mediterráneas, para luego bosquejar posibilidades de tipo medieval/templarias.


Toro minoico. Museo de Atenas.

Pero vamos con las tablas de las criaturas. Por un lado os presento al Semental de la Montaña para “Ital el JDRHM”:

TIPO: El Toro Blanco NIVEL: 15 PV: 220

ACCIONES: 4/3 BD: C 60 Esquiva 130 INICIATIVA: 130

BO: Embestida 190 Cornada 190 Coces y pisotones 150 en ataque descomunal

ESPECIALES: Inteligencia casi humana, daño triple, ignora pérdida de acciones y críticos alfa. Sus ataques se consideran mágicos. Vínculo Solar: -20 a BO por la noche y +20 a Esquiva e Iniciativa por el día.


     Como veis, ha sido fácil, para dotar de reglas al vástago de Enlitu basta con invertir el rasgo del Toro de Sombras. También se les puede dotar a ambos de una protección contra proyectiles derivada de las sombras del uno y la luz cegadora del otro, algo del tipo +50 a BD contra proyectiles cuando el día o la noche los favorezca y de la mitad, +25, cuando los perjudique. Ahí dependería mucho de las habilidades y tácticas favoritas del grupo de PJs.



Ritón para libaciones de plata y oro. Museo de Atenas.
     

Ahora vamos con Enlitu el Toro de la Mañana. El es una entidad de rango mayor, ya no legendario, si no mitológico, su poder está por encima del de el Ensangrentado Toro de Sombras, al nivel de otros oníricos como Hirax el Unicornio, o Sienfuegos de "Cantares de Pallanthia", vamos a ver qué nos sale:


TIPO: Enlitu el Toro de la Mañana NIVEL: 20 PV: 240

ACCIONES: 5/3 BD: C 80 Esquiva 140 INICIATIVA: 140

BO: Embestida 210 Cornada 200 Coces y pisotones 170 en ataque descomunal

ESPECIALES: Inteligencia casi humana, daño triple, ignora pérdida de acciones y críticos alfa. Sus ataques se consideran mágicos. 

Mugido de Batalla: Coste una acción, duración 20 asaltos o hasta que Enlitu desaparezca o muera. Aliados en 40 metros de radio ganan el rasgo de personalidad valiente +3, si ya lo tienen, suman tres a su rasgo hasta un máximo de 6+. Además, multiplica su rasgo Valiente por 5 y ganan ese bonificador a BO e Iniciativa y Maniobra, es decir un mínimo de +15 y un máximo de +30.

Patriarca de la Manada: De ser necesario, con el coste de una acción, Enlitu puede invocar a 1D3 vástagos para que acudan desde Lardar en su ayuda. Comparten las tablas del toro blanco.

Tejedor del Tapiz CON 200: El dotado puede traspasar los pliegues del Tapiz para transportarse a lugares más o menos lejanos según su control del don. Como aprendiz salta a 30 metros dentro de su ángulo de visión, como oficial salta 300 metros, como maestro 3 kilómetros y como maestro de gremio puede viajar a otras regiones del Tapiz de las que posea información. En su caso incluye saltar de Ital a Otromundo.


     Ideas para introducirlos en una partida, pueden ser:

  • Los PJs, buscando refugio en sus viajes, encuentran un ejemplar del toro blanco herido/perdido y lo protegen de bandidos, de lobos nocturnos (ver las criaturas del libro de “Ital el JDRHM” o del toro azabache.

  • Los PJs son contratados para defender un lugar sagrado para la Balanza, o la entrada a los nudos oníricos de la Corte del Amanecer y viéndose superados, reciben la ayuda del toro de la Mañana.

  • Uno de los PJs tiene la virtud “Amistad Onírica”, o el defecto “Secreto Oscuro” e involucra a los demás jugadores en un feudo de sangre entre familias enfrentadas desde el último levantamiento danco en Radock.


     Y si ya leísteis las seis novelas de Corum, dadle un tiento a la serie de “El Libro del Sol Nuevo” del difunto Gene Wolfe y me contáis.

     Y recordar, no dejéis de leer, ni mucho menos, de soñar.


Comentarios

  1. muy bueno, el tinte épico y mitológico de tu relato. Me gusta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste. Tengo un listado de una docena y media de ideas para esta sección de "Criaturas y Leyendas", la intención es irlas intercalando con otras cosas. Gracias por comentar, siempre anima a mantener la actividad.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares